La ritualización de la pérdida

Autores/as

  • Marta Allué, 1957-

DOI:

https://doi.org/10.1344/%25x

Palabras clave:

cadáver, rito de paso, ceremonia, eficacia simbólica, pérdida, trabajo de duelo, grupos de ayuda mútua.

Resumen

La antropologia entiende la muerte como un proceso biológico y social. Todas las sociedades construyen, según sus sistemas de valores y creencias, una interpretación cultural del fenómeno reflejándolo en la actividad ritual. Morir es un tránsito, un proceso de separación que afecta al individuo que parte y al grupo que lo pierde. La actividad ritual facilita ese tránsito a través de actos ceremoniales cuya función central es restablecer el orden social perturbado. Las ceremonias están presididas por una sucesión de actos que manifiestarnente preparan el cadáver para su marcha definitiva aun cuando la eficacia del procedimiento reside en su contenido latente: controlar y apaciguar la angustia que produce el cadáver y la idea de la muerte. Nuestra sociedad, en su afán por rechazar el morir y la muerte de la esfera colectiva, reduce al máximo las secuencias de las cerernonias funebres restando eficacia al rito. La muerte es enmascarada y reducida a un hecho mecanizado a través de unos funerales expeditivos que pretenden alejar el fantasma de la propia muerte. Esta actitud es admitida socialmente, pero se muestra individualrnente nociva puesto que la sensación de aislamiento de quien pierde a un ser querido aumenta dificultando el trabajo de duelo. Otras sociedades, y también algunos colectivos de nuestra propia cultura que abogan por el cambio, poseen mecanismos diferentes que favorecen la colectivización del tránsito nutriendo al rito de nuevos elementos simbólicos y aceptando la catarsis final sin confinar a quien padece la pérdida.

Descargas

Publicado

1998-01-14

Número

Sección

Artículos