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Xavier Baró Queralt | La retórica del aislacionismo y su justificación según Enver Hoxha
Revista catalana d’història 15 (2022), 150-169
La retórica del aislacionismo y su justificación según Enver Hoxha y otros autores albaneses*
Xavier Baró Queralt
Universitat Internacional de Catalunya (España)
xbaro@uic.es
https://orcid.org/0000-0002-7222-4519
Resumen
Una de las características del régimen socialista albanés fue la crítica despiadada hacia los considerados “revisionistas” o “traidores” al marxismo-leninismo, ya fuesen extranjeros o albaneses. En las tres ocasiones en que la Albania socialista rompió con sus aliados (Yugoslavia, Unión Soviética, China), Hoxha argumentó repetidamente los motivos que legitimaban tal ruptura, apelando a la defensa de la integridad nacional y los principios del marxismo-leninismo. Paralelamente, se forjó un discurso en el que se exaltó el mito de la “fortaleza inexpugnable” del socialismo, no exento de exaltación patriótica (el llamado nacional-comunismo). Por otra parte, la posición de Hoxha ante las democracias occidentales y su supuesta injerencia en los asuntos albaneses consolidaron aún más la exaltación de esa retórica aislacionista. Nos proponemos estudiar qué aspectos ideológicos y discursivos fueron utilizados por Hoxha y otros autores albaneses para legitimar su política aislacionista.
Palabras clave: Albania, Enver Hoxha, marxismo-leninismo, retórica, aislacionismo
Resum
La retòrica de l'aïllacionisme i la justificació segons Enver Hoxha i altres autors albanesos
Una de les característiques del règim socialista albanès va ser la crítica despietada cap als considerats “revisionistes” o “traïdors” al marxisme-leninisme, ja fossin estrangers o albanesos. En les tres ocasions en què l’Albània socialista va trencar amb els seus aliats (Iugoslàvia, Unió Soviètica, Xina), Hoxha va argumentar repetidament els motius que legitimaven aquesta ruptura, apel·lant a la defensa de la integritat nacional i els principis del marxisme-leninisme. Paral·lelament, es va forjar
un discurs en què es va exaltar el mite de la “fortalesa inexpugnable” del socialisme, no exempt d’exaltació patriòtica (l’anomenat nacionalcomunisme). D’altra banda, la posició d’Hoxha davant les democràcies occidentals i la seva suposada ingerència en els afers albanesos van consolidar encara més l’exaltació d’aquesta retòrica aïllacionista. Ens proposem estudiar quins aspectes ideològics i discursius van ser utilitzats per Hoxha i altres autors albanesos per legitimar la seva política aïllacionista.
Paraules clau: Albània, Enver Hoxha, marxisme-leninisme, retòrica, aïllacionisme
Abstract
The rhetoric of isolationism and its justification according to Enver Hoxha and other Albanian authors
One of the characteristics of the Albanian socialist regime was the ruthless criticism of those considered “revisionists” or “traitors” to Marxism-Leninism, whether they were foreigners or Albanians. On the three occasions in which socialist Albania broke with its allies (Yugoslavia, Soviet Union, China), Hoxha repeatedly argued the reasons that legitimized such a rupture, appealing to the defense of national integrity and the principles of Marxism-Leninism. At the same time, a speech was forged in which the myth of the “impregnable fortress” of socialism was exalted, not without patriotic exaltation (the so-called national-communism). On the other hand, Hoxha’s position vis-à-vis Western democracies and his alleged interference in Albanian affairs further consolidated the exaltation of this isolationist rhetoric. We propose to study what ideological and discursive aspects were used by Hoxha and other Albanian authors to legitimize their isolationist politics.
Key words: Albania, Enver Hoxha, Marxism-Leninism, rhetoric, isolationism
§
1. Introducción
Una de las características del régimen fundado por Enver Hoxha (1908-1985) fue la constante insistencia con la que el régimen trató de justificar, en innumerables ocasiones, su línea política, especialmente en el momento en que se produjo la ruptura de las alianzas con potencias extranjeras (Yugoslavia, Unión Soviética y China).1 Para llevar a cabo tal objetivo, Hoxha forjó un discurso insistente, en el que se presentó en todo momento como el único y verdadero marxista-leninista, frente a todo tipo de “revisionistas” (en el extranjero o en la misma Albania) y “traidores” a la causa socialista.
En esa tarea jugó un papel imprescindible el Instituto de Estudios Marxista-Leninistas, adscrito al Comité Central del Partido del Trabajo de Albania, dirigido por su esposa Nexhmije,2 y también sus principales colaboradores, que ayudaron a forjar la idea de Hoxha como bri
1 *Agradezco la tarea llevada a cabo por Edlira Gabili (Universidad de Tirana) en la localización de fuentes de la Biblioteca Nacional de Albania (Tirana), así como sus observaciones y comentarios sobre el texto.
Sobre la evolución general de Albania bajo el mandato de Hoxha y la triple ruptura, véase una síntesis completa en Biagini, A. F.(2021). Storia dell’Albania contemporanea: dagli illiri all’Impero otomano, dall’indipendenza alla dittatura di Enver Hoxha ai giorni nostri. Bompiani/Giunti editore, pp. 171-184.
2 Una vision muy crítica sobre el personaje en Balliu, F. (2010). Nexhmije Hoxha: The Lady of Darkness. Publishing House 55.
llante orador y, sobre todo, como aventajado especialista y estudioso de la teoría marxista-leninista. Gabriel Jandot ha remarcado cómo se elaboró el mito de la “fortaleza asediada” por las potencias extranjeras,3 en la que jugó un papel imprescindible la retórica forjada por el líder. Así, en 1968, Mehmet Shehu (1913-1981), el segundo hombre del régimen hasta su caída y defenestración en 1981, afirmaba: “les Oeuvres du camarade Enver Hoxha représentent l’application créatrice de la vérité générale du marxisme-léninisme, des enseignements immortels de Marx, Engels, Lénine et Staline dans les conditions concrètes de l’Albanie”.4 La muy extensa obra escrita de Hoxha constituye un caso sin igual en el entorno de los regímenes socialistas. Así, en palabras de Jon Halliday,
Nothing like this flood of memory, suspicion, invective and self-righteousness has ever been published by the head of a Communist (or indeed any) regime. These memoirs constitute an absolutely unique set of documents.5
El objetivo principal del presente trabajo es estudiar cómo se forjó, a lo largo de los años, esa retórica del aislacionismo que, si por una parte justificaba la política interna y exterior del régimen de Hoxha, por otra le sirvió para consolidarse en el poder, a menudo empleando el recurso a las purgas, como herramienta para “desenmascarar” a toda suerte de “revisionistas” y “enemigos del pueblo”. No hay que olvidar que, tal y como ha apuntado recientemente Elidor Mëhilli, la interacción entre la ideología política y la compleja y oscilante geopolítica dentro del bloque socialista condicionó a menudo las decisiones tomadas por Hoxha.6 Y también debe observarse, como ha anotado Lorenzo Manca, que Hoxha, en una calculada operación estratégica, prefirió establecer alianzas con países alejados geográficamente (Unión Soviética y China), tratando de evitar de esta manera la influencia más directa e inmediata (como en el caso de Yugoslavia).7 En este sentido, es de sobras conocido que Belgrado pretendía que la Albania socialista se convirtiese en un apéndice de la nueva Yugoslavia, y el comunista yugoslavo Milovan Đilas afirmaba sin tapujos que “our ambitions were certainly not idealistic but inspired by a lust for power”.8 En este estado de las cosas se elaboró la tipología discursiva sobre el aislacionismo, que analizaremos a continuación.
2. El mito de la fortaleza inexpugnable del marxismo-leninismo y el aislamiento
Un hecho diferencial marcó el régimen de Hoxha: la crítica constante y despiadada hacia los países socialistas que, según el régimen albanés, se habían separado de los principios ideológicos del marxismo-leninismo, sobre todo a partir del proceso de desestalinización liderado por Jruschov. De hecho, ni un solo país escapó a esas críticas (Yugoslavia, Unión Soviética, Corea del Norte, Rumanía, China, Bulgaria, Hungría, Polonia, Checoslovaquia, República
3 Jandot, G. (1994). L’Albanie d’Enver Hoxha, 1944-1985. L’Harmattan, pp. 190-200.
4 Artículo de Mehmet Shehu en Zëri i Popullit, 19 de mayo de 1968, publicado en Hoxha, E. (1974). Le socialisme en Albanie. Union Génerale d’Éditions, vol. I, p. XXXI.
5 Halliday, J. (1986). The Artful Albanian: The Memoirs of Enver Hoxha. Chatt&Windus,p. 1.
6 Mëhilli, E. (2017). From Stalin to Mao: Albania in the Socialist World. Cornell University Press, p. 6.
7 Manca, L. (2019). Enver Hoxha e la Cina. Storia dell’eterna amicizia sino-albanese (1961-1978). Besa, Nardò, 2019, p. 90.
8 Đilas, M.(1962). Conversations with Stalin. Harcourt, Brace & World, pp. 129-130.
Democrática de Alemania o Cuba).9 Si consideramos ahora el caso de Yugoslavia, en tanto que corriente minoritaria dentro del movimiento comunista internacional, es obvio que las relaciones con el estado titista fueron harto complejas, a causa de la cercanía geográfica, la pugna por el poder y el debate ideológico sobre el “desviacionismo” yugoslavo. No fue hasta la década de 1980 cuando Tito apostó por el diálogo con el régimen de Hoxha:
Nuestras relaciones y la cooperación con la vecina Albania socialista se están desarrollando bastante bien. Consideramos que hay posibilidades para la ulterior promoción de la cooperación equitativa que, no cabe duda alguna, figura en el interés recíproco. Hemos indicado con frecuencia que el interés común de los pueblos de nuestros dos países es de preservar y reforzar su independencia, autonomía y derecho a su propia vía de desarrollo y de vida.10
En contraposición a esos regímenes “revisionistas”, la Albania de Hoxha se mostraba como la fortaleza asediada ante la “degeneración” del socialismo y la oposición de los países capitalistas occidentales. Hoxha insistirá en reiteradas ocasiones en ese aspecto:
Es particularmente indispensable que nosotros, los albaneses, estemos preparados, porque nuestro país está rodeado por todas partes de Estados imperialistas y revisionistas, los cuales han estado y están siempre al acecho para lesionar nuestros intereses y poder aniquilarnos. De aquí que, si nosotros bajáramos por un solo instante nuestra vigilancia o atenuásemos nuestra lucha contra los enemigos, éstos actuarían de inmediato, como la víbora que muerde e inyecta sin demora todo su veneno.11
Esa claustrofóbica sensación de asedio se producía, tal y como hemos dicho, gracias a la acción de las potencias occidentales (“Hace casi 25 años que ni el imperialismo norteamericano ni el inglés mantienen relaciones con Albania, lo que no quita para que nuestra Patria marche siempre hacia adelante”12) y de los países socialistas, acusados de “revisionismo”, a los que se debe responder con claridad y energía (“Albania socialista y el pueblo albanés, dirigidos por su Partido del Trabajo, son invulnerables y reducirán a polvo y cenizas a todo aquel que ose atacarlos. Los revisionistas soviéticos están tramando numerosos planes de agresión”13). Hoxha considera que, al contrario de lo que se afirma en el mundo capitalista y revisionista, la Albania socialista no está aislada (“Nous devons bien armer notre peuple contre la propagande et la démagogie des capitalistes et des révisionnistes qui prétendent que nous sommes isolés du monde, de la science progressiste, de leurs «aides généreuses”14), si bien debe mantenerse vigilante frente a las manifestaciones políticas y culturales que, por su orientación, pueden dañar al régimen.15 Estudios recientes, como el de Elidor Mëhilli, ponen de relieve la presencia de
9 Obviamente, antes de la muerte de Stalin el panorama fue diferente. Así, Hoxha se acercó a la República Popular de Bulgaria, con la que firmó diversos acuerdos de colaboración en 1947. Según Dimitrov, líder del socialismo búlgaro, los pactos entre Albania y Bulgaria reforzaban en última instancia la hegemonía soviética en la región balcánica frente al imperialismo occidental: “bajo la dirección de la gran Unión Soviética, (...) en condiciones de dar al traste con los pérfidos planes belicosos y de conquistas de los imperialistas en los Balcanes”. Dimitrov, J. (1977). Obras escogidas. Akal, vol. II, p. 443.
10 Broz Tito, J. (1981). Sesenta años de lucha revolucionaria de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia. Cuestiones actuales del socialismo, p. 68.
11 Hoxha, E. (1980). Discursos, conversaciones, artículos (1969-1970). Casa editora 8 Nëntori, p. 109.
12 Hoxha, E. Discursos, conversaciones, artículos (1969-1970), p. 331.
13 Hoxha, E. Discursos, conversaciones, artículos (1969-1970), p. 101.
14 Hoxha, E. (1974). Discours 1971-1973. 8 Nëntori, p. 241.
15 Hoxha, E. Discours 1971-1973, p. 243.
técnicos extranjeros en la Albania socialista (sobre todo soviéticos, checos, chinos y de la República Democrática de Alemania) a lo largo de los años, si bien estos generaron inquietud a los dirigentes socialistas albaneses, que recelaban de las influencias extranjeras.16
Ante tal panorama, sólo cabía apelar a la autoestima, la fortaleza ideológica y la autarquía. A Hoxha no le amedrentarán las amenazas externas, e incluso se vanagloriará de la dureza de las condiciones en las que la Albania socialista se enfrenta a sus opositores (“Hemos luchado incluso sin pan y descalzos, pero jamás nos hemos doblegado ante nadie”17). Con el paso de los años, ese orgullo autárquico se radicalizó aún más, especialmente a raíz de la ruptura con China (1978), cuando el régimen se quedó sin el apoyo de ninguna potencia exterior. Hoxha consideró, sin embargo, que su opción por la radicalidad en su discurso servía como ejemplo para el resto de pueblos oprimidos:
La República Popular Socialista de Albania jamás ha estado ni estará aislada, jamás se ha quedado ni se quedará a mitad de camino. Marcha segura hacia adelante, apoyándose en sus propias fuerzas, construye, crea, se entrena, se defiende sin temer a nadie y, con su heroico ejemplo inspira e inspirará a las masas oprimidas del mundo.18
Consolidada ya la ruptura con China, el régimen se encerró más en sí mismo, y las últimas acciones represivas, que afectaron incluso a Mehmet Shehu y a la cúpula del régimen, generaron un verdadero alud retórico frente a los “enemigos” del régimen. Tras considerar a Shehu como “poliagente” al servicio de diversos países, el anciano Hoxha se refería a “complots secretos de carácter fascista-liberal y anexionista”. He aquí un revelador fragmento de esa retórica exaltada contra los “enemigos” del régimen:
Conocemos los designios de todos aquellos que organizan complots secretos de carácter fascista-clerical y anexionista, para destruir nuestro régimen y para desmembrar Albania, los hemos tenido y los tenemos siempre presentes. Pero deben saber todos que jamás lograrán alcanzar estos nefastos objetivos. El pueblo albanés desbaratará cualquier complot suyo o actividad hostil, tal como hizo con la odiada banda criminal del poliagente Mehmet Shehu. Limpiamos el huerto de malas hierbas, pero pueden brotar otras, y para ellas también hay «herbicida». Al notificaros las decisiones del Comité Central respecto a la actividad traidora y de espionaje de Mehmet Shehu, Kadri Hazbiu y Cía., os informamos de la estrategia de nuestro Partido, que no la mueve ni el cañón, como dijo el compañero de Koman. Nuestras tácticas se basan en el marxismo-leninismo, consideran todas las situaciones, todas las circunstancias. Nosotros sabemos lo que debemos avanzar aquí y allí.19
Esas últimas purgas resultan especialmente reveladoras en tanto que ponen de relieve el papel de Hoxha como “demiurgo” del régimen albanés, capaz de asumir la veracidad de complots que han sido definidos recientemente como “inverosímiles”,20 y que evidencian hasta qué punto el anciano Hoxha asistía a los últimos compases de su vida emulando a su maestro
16 Mëhilli, E: From Stalin to Mao, pp. 137, 183, 213.
17 Hoxha, E. (1980) Obras Escogidas, vol. III. Casa editora 8 Nëntori, p. 89.
18 Hoxha, E. (1978). Albania va hacia adelante, segura e intrépida, Casa editora 8 Nëntori, p. 9.
19 Hoxha, E. (1987). Obras Escogidas, vol. VI. Casa editora 8 Nëntori, p. 757. Sobre la defenestración de Shehu, resulta interesante el relato de su hijo Bashkim al respecto: Shehu, B. (1998). Confesión junta a una tumba vacía. Sueño autobiográfico. Península.
20 Biagini, A.F. Storia dell’Albania contemporanea, p. 184.
Stalin, especialmente en el momento de las purgas de 1936-1938.21 En una entrevista realizada en junio de 1998, cuando se le preguntó a Ramiz Alia (1925-2011) sobre estas últimas purgas, afirmó escuetamente: “that was how things were done at that time, no one knows for sure!”.22
3. El sustrato ideológico y teórico del aislacionismo enverista
La firmeza en los postulados ideológicos sólo se entiende si el líder demuestra (y ejemplifica) tener un amplio conocimiento de la ideología que defiende. En innumerables ocasiones se emplazará al pueblo albanés a luchar por el triunfo del socialismo. Por ejemplo, en 1965 Hoxha publica un artículo intitulado Albania socialista ha cumplido y cumplirá hasta el fin todas sus tareas por el triunfo del marxismo-leninismo,23 siempre tomando como modelo la enseñanza de los clásicos del socialismo, entre los cuales incluye a Stalin. El líder socialista recuerda:
Il est exigé que soient étudiées de façon approfondie et continue les oeuvres, toujours actuelles, de nos grands classiques, Marx, Engels, Lénine et Staline, les documents de notre Parti et les matériaux dans lesquels est généralisée l’expérience du mouvement communiste international. Cette étude n’est pas et ne doit pas devenir un but en soi, mais elle doit être étroitement liée à la pratique révolutionnaire actuelle et la servir.24
Sobre la defensa encarnizada de Stalin,25 de la que nos ocuparemos posteriormente, conviene destacar ahora que, para Hoxha, la crítica jruschovista a Stalin fue nefasta en tanto que abrió las puertas a aceptar toda índole de revisionistas y enemigos del socialismo. Así, en 1969 afirma:
En el campo ideológico, los revisionistas reemplazaron las ideas y la línea marxista-leninista consecuente de Stalin en todos los problemas fundamentales con las ideas y la línea antimarxista del revisionismo contemporáneo. Fueron proclamados “víctimas de Stalin” y elevados al pedestal de los “mártires” y de los “héroes” los diversos oportunistas y enemigos trotskistas, bujarinistas, zinovievistas, nacionalistas y otros de la Unión Soviética. Fue rehabilitada la renegada camarilla de Tito en Yugoslavia y el titismo proclamado una variante del “marxismo-leninismo creador” y del “socialismo.26
Ante tal realidad, el PTA se postuló como el verdadero defensor del líder georgiano. Así, el Partido del Trabajo de Albania:
21 Idrizi, I. (2021). Enver Hoxha’s Last Purge: Inside the Ruling Circle of Communist Albania (1981–1983). East European Politics and Societies and Cultures (vol. XX, núm. X), p.9: “Hoxha’s tendency to imitate to a certain extent the Moscow show trials of 1936–1938 is striking, and examining his actions from this perspective proves fruitful”.
22 Fevziu, B. (2016). Enver Hoxha: The Iron Fist of Albania. I.B.Tauris, p. 239.
23 Hoxha, E. Obras Escogidas, vol. III, p. 800.
24 Hoxha, E. (1971). Rapport présenté au VIe Congrès du Parti du Travail d’Albanie. Naim Frashëri, p. 162. También se matiza el grado de dificultad que entraña la lectura de dichos clásicos: “Si Marx est plus difficile que Lénine à étudier et Staline plus facile que Lénine, cela ne peut pas l’être de la même manière pour tous. (…) Le marxisme-léninisme est la théorie universelle qui explique n’importe quel phénomène”. Hoxha, E. (1969). Speeches (1967-1968). Naim Frashëri, p. 147.
25 Baró, X., Prodani, A. y Gabili, E. (2021). Stalin el “educador del proletariado” y su influencia en la obra de Enver Hoxha. Historia Actual Online, 56 (3), pp. 167-180.
26 Hoxha, E. (1971). El Partido del Trabajo de Albania en lucha contra el revisionismo contemporáneo. Discursos y artículos, Naim Frashëri, p. 485.
No ha permitido ni jamás permitirá que el nombre y la gran obra revolucionaria marxista-leninista de José Stalin, sean mancillados por los revisionistas jruschovistas ni que los utilicen para encubrir su traición revisionista. Stalin pertenece a los marxista-leninistas, pertenece a la revolución proletaria.27
Esta manera de proceder se definió como la “justa línea política”, cuya rigidez permitía mantener a salvo el legado del estalinismo: “sólo con una justa línea política y una sólida unidad pueden superarse las dificultades y lograrse la victoria”.28 Esa línea política reforzaba la fortaleza ideológica del régimen, y advertía al exterior que el régimen no movería ni un ápice sus convicciones: “sólo deseo recalcar para algunos medios en el extranjero que la política de nuestro Partido y del Frente Democrático de Albania jamás se moverá ni se apartará en lo más mínimo de sus principios justos y permanentes ya definidos y que se fundan en el marxismo-leninismo”.29 En palabras del propio Hoxha:
Our generation has fought against the Italians, the Germans, the Greeks, the Yugoslavs, the Americans, the Khrushchevites, and now against Mao. Our whole lives we have waged war against our enemies.30
Los ideólogos del régimen alabaron sin fisuras la línea seguida por Hoxha, acusando a los soviéticos de traicionar los postulados del marxismo-leninismo. Ramiz Alia (1925-2011), sucesor de Hoxha, afirmaba en 1970:
Los revisionistas, que dominan hoy en el Kremlin, han socavado la gloriosa obra del pueblo soviético, destruido las históricas victorias de la Revolución de Octubre, traicionado las enseñanzas de Lenin y Stalin sobre la edificación del socialismo, y marchan por el camino de la restauración del capitalismo.31
Por su parte, Hysni Kapo (1915-1979), en la conmemoración del 60 aniversario de la Revolución Rusa,32 también acusaba contundentemente a los soviéticos:
No matter how much the traitorous Khrushchev-Brezhnev gang may try to falsify the historic experience of the October Revolution, presenting it as a «relatively peaceful» and almost «bloodless» revolution, and violating the river of blood shed by the Russian proletariat for its victory and in its defence, they cannot darken the lightgiving teachings of Marx , Engels, Lenin and Stalin on the, absolute necessity of the armed revolution, the use of revolutionary violence to overthrow the antipopular regimes and to establish the dictatorship of the proletariat.33
27 Hoxha, E. El Partido del Trabajo de Albania en lucha contra el revisionismo contemporáneo. Discursos y artículos, p. 531.
28 Hoxha, E. (1983). Obras Escogidas, vol. IV. Casa editora 8 Nëntori, p. 602.
29 Hoxha, E. (1978). La democracia proletaria es la democracia verdadera. Casa editora 8 Nëntori, p. 42.
30 Fragmento citado en Mëhilli, E. From Stalin to Mao: Albania in the Socialist World, p. 216.
31 Alia, R. (1970). El leninismo, bandera de lucha y de victorias. Discurso tenido en la reunión solemne con motivo del centenario del nacimiento de V. I. Lenin. Casa Editora “Naim Frasheri”, p. 34.
32 Cfr. Baró, X. (2018). Los albaneses son peores que animales: interpretaciones divergentes en motivo del LX aniversario de la Revolución Rusa en Albania y en la URSS. En Mayayo, A., Rúa, JM. y Segura, A. (eds). Centenari de la Revolució Russa 1917-2017. Universitat de Barcelona, pp. 229-240.
33 Kapo, H. (1977). The Ideas of the October Revolution are Defended and Carried Forward in Struggle Against Modern Revisionism. The “8 Nëntori” Publishing House, p. 8.
La crítica al revisionismo soviético se dejó sentir en todas las esferas de la vida pública albanesa. Así, Filip Kota reflexionó sobre los efectos del revisionismo en el movimiento sindical, como ejemplo de oportunismo y reformismo.34 Y diversos especialistas en economía criticaron cómo fueron incorporándose elementos del capitalismo en la economía soviética. Conviene destacar, entre otros, los nombres de Aristotel Pano, Kiço Kapetani, Veniamin Toçi y Hekuran Mara. Los dos primeros, en un artículo intitulado El carácter capitalista de las relaciones de producción en la Unión Soviética, publicado en Albania Today 5 (1978) destacaron que:
La dictadura del proletariado se transformó en la dictadura de la burguesía, una feroz dictadura fascista de la nueva burguesía revisionista, y el Estado soviético socialista se transformó en un Estado socialimperialista.35
Por último, Zija Xholi acusó al régimen chino de alterar el sentido de las palabras, poniendo en tela de juicio el verdadero sentido de lo que había acontecido durante la Revolución Cultural china:
Los ideólogos y políticos burgueses y revisionistas juegan frecuentemente con las palabras, a menudo tienen presentes realidades enteramente diferentes de los que expresan con las palabras y términos que utilizan. Los revisionistas chinos, por ejemplo, hablaban de «revolución cultural» y tras estas palabras se ocultaba otra realidad, relacionada con una violenta lucha política entre diferentes clanes revisionistas para lograr la supremacía en el poder en China.36
En suma, para los dirigentes e ideólogos albaneses el supuesto “antidogmatismo” soviético sólo era una excusa mediante la cual renegar de la herencia de Stalin y dar rienda suelta al “revisionismo”, mientras que el PTA, con Hoxha a la cabeza debía liderar el proceso de “desenmascarar” a los soviéticos. En la sesión científica dedicada a la cuestión soviética, Agim Popa (1927-2013) afirmaba:
Pero su “antidogmatismo” no es más que una maniobra pragmática para justificar y encubrir su revisionismo (…). Los revisionistas jruschovistas (…) especularon ruidosamente con la consigna fraudulenta de volver a las enseñanzas de Lenin, supuestamente abandonadas, tergiversadas y pisoteadas por Stalin. Nuestro Partido ha desenmascarado el objetivo de la maniobra del supuesto retorno a Lenin. Ha argumentado que los ataques contra Stalin eran en realidad ataques contra el marxismo-leninismo, que Stalin lo ha aplicado y defendido consecuentemente en la Unión Soviética y en el movimiento comunista internacional.37
Por supuesto, dicha tarea sólo se pudo llevar a cabo gracias al liderazgo de Hoxha, que, según Foto Çami, «découvrit et analysa sur un plan scientifique les facteurs objectifs et subjectifs de la naissance du révisionnisme moderne».38 Idénticos elogios se formularon en la sesión cien
34 Kota, F. (1977). Dos líneas opuestas en el movimiento sindical mundial. Emilio Escolar editor, p. 57.
35 AAVV. (2013). La restauración del capitalismo en la URSS. Recopilación de artículos. Editorial Cermenika, pp. 34-35.
36 Xholi, Z. (1985). La cultura nacional y su contenido. Artículo disponible en https://www.marxists.org/espanol/xholi/1982/cult-nac.htm
37 AAVV. (1981). El revisionismo soviético y la lucha del PTA por su desenmascaramiento. Casa editora 8 Nëntori, p. 13.
38 AAVV. (1985). Enver Hoxha, drapeau de la lutte pour la liberté et le socialisme. 8 Nëntori, p. 35.
tífica dedicada a estudiar las aportaciones teóricas llevadas a cabo por Hoxha y el Partido del Trabajo de Albania.39
4. El debate sobre el dogmatismo enverista
El liderazgo de Hoxha fue calificado por sus rivales de dogmático y totalitario. Visto en perspectiva, podemos apreciar tres momentos en que el régimen intensificó y radicalizó su discurso, a saber: la conferencia ante los 81 partidos comunistas en Moscú (1960), que supone la ruptura con la Unión Soviética, las críticas al “liberalismo” a raíz del XI Festival de la Canción de Albania (1973) y las purgas de los años 70 y 80, en que el régimen se encierra, si cabe, aún más en sí mismo. Marco Costa ha analizado con detalle la importancia ideológica y política que tuvo el discurso de Moscú en el congreso de los 81 partidos comunistas de 1960, que califica de “testimonianza storica di inestimabile valore”.40 Ante las críticas hacia el régimen albanés (sólo protegido por China), Hoxha replicaba: “nos importa poco que nos llamen o puedan llamarnos “dogmáticos”, “sectarios” o que nos pongan otros epítetos como estos que no tienen nada que ver con nuestro Partido”.41 Por su parte, el régimen soviético respondió con idéntica violencia retórica al desafío albanés. En el informe del XXII Congreso del PCUS (1961), Nikita Jruschov afirmó:
Seguimos el desarrollo de los acontecimientos en Albania con un sentimiento de inquietud por los destinos del heroico pueblo albanés. Nos duele ver que los comunistas de filas albaneses y todo el pueblo albanés -vitalmente interesado en la amistad y la colaboración con todos los países socialistas- tienen que pagar las consecuencias de la errónea línea de sus dirigentes.42
La acusación de dogmatismo es respondida por los albaneses a lo largo de los años, siempre con la misma idea de fondo: mantenerse fiel a los principios socialistas no implica ningún desviacionismo de tipo dogmático:
Todo militante comunista en el mundo debe conocer a fondo a los clásicos del marxismo-leninismo sobre los problemas de la revolución proletaria y la construcción del partido y aplicarlos fielmente a la situación concreta de su país. Todas las consideraciones de los revisionistas jruschovistas y de la burguesía sobre estos problemas, acusándonos de “stalinistas”, “dogmáticos”, etc., son sandeces que tienden a apartarnos del camino de la verdad.43
Ese discurso se mantiene con pocos matices a lo largo de los años, y volvió con fuerza a partir de 1973, cuando el régimen reaccionó con ira ante las manifestaciones “liberales” encarna
39 AAVV. (1984). Scientfic Conference on the Marxist-Leninist Theoretical Thinking of the Party of Labour of Albania and Comrade Enver Hoxha. The “8 Nëntori” Publishing House.
40 Costa, M. (2018). Una fortezza ideologica: Enver Hoxha e il comunismo albanese. Anteo Edizioni, p. 175.
41 Hoxha, E. (1977). Albania frente a los revisionistas jruschovistas (1960). Casa editora 8 Nëntori, p. 160.
42 AAVV. (1961). El camino del comunismo. Documentos del XXII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (17-31 de octubre de 1961). Ediciones en Lenguas Extranjeras, pp. 144-45.
43 Hoxha, E. (1971). El Partido del Trabajo de Albania en lucha contra el revisionismo contemporáneo. Discursos y artículos. Naim Frashëri, p. 471.
das por Todi Lubonja (1923-2005) y Fadil Paçrami (1922-2008).44 Hoxha no permitía ningún atisbo de “modernidad” en la vida cotidiana albanesa, temeroso que esas nuevas influencias “revisionistas” pudieran corromper a la juventud albanesa. En el importante discurso de marzo de 1973, afirma:
Se ha planteado la cuestión de la televisión, de la radio, del festival, en pocas palabras de las manifestaciones extrañas45 en la literatura y el arte. (…) Los dirigentes de la televisión y de las artes hace tiempo que ven esta televisión46, escuchan música de todo tipo y leen asimismo literatura extranjera [decadente]. No es la primera vez que el Partido plantea estos problemas del arte y de la cultura, siempre ha combatido las desviaciones de línea.47
A partir de 1973 se desatan las purgas contra miembros del ejército (Beqir Balluku) y del ministerio de economía (Abdyl Këllezi, Koço Theodhosi), a los que se sumó la trágica muerte de Shehu (1981) y las últimas purgas, sobre las que nos hemos referido anteriormente. En un texto de indiscutible agresividad retórica, Ndreçi Plasari justificará las purgas emprendidas por Hoxha, como herramienta indispensable para sostener el régimen. He aquí el fragmento, revelador de la mentalidad de las élites dirigentes del momento:
Como es sabido, a lo largo de la historia del PTA, aparecieron en su seno enemigos y traidores y se formaron peligrosos grupos fraccionalistas. Pero en nuestro Partido, los grupos enemigos fueron destruidos antes de que pudieran ser capaces de asumir la forma de una fracción y una línea opuesta. Una vez expuestos y combatidos por el Comité Central, fueron combatidos y aplastados por el conjunto del Partido y el pueblo. Así, los grupos y elementos traidores se quedaron sin seguidores y discípulos declarados, y fueron liquidados. (…) Los últimos grupos traidores de Fadil Paçrami y Todi Lubonja, Beqir Balluku, Petrit Dume y Hito Cako, Abdyl Këllezi, Koço Theodhosi y Kiço Ngjela fueron expuestos y destruidos antes de que cristalizaran en líneas y corrientes opuestas en el Partido. (…) La revolución y la dictadura del proletariado no deben dejar de usar la violencia contra los enemigos del partido proletario, del pueblo y del socialismo. Las contradicciones antagónicas no pueden resolverse de otro modo. Tratar de resolver las contradicciones antagónicas como se resuelven las contradicciones no antagónicas en el seno del pueblo, significa caer en el idealismo y la blandura religiosa, significa renunciar a la lucha de clases.48
Frente a un socialismo en aparente descomposición, Hoxha se presentaba como el único intérprete válido de las tesis de Marx y Engels. No en vano, Edmond Tupja recuerda cómo todo libro académico debía incluir alguna cita o referencia a Hoxha.49 En un artículo de Agim Popa se hace referencia a toda la índole de revisionistas “desenmascarados” por Hoxha:
44 Kote, J. (2016). True Stories from Red Albania, Toena Publishing House; Baró, X., Prodani, A. y Gabili, E. (2022). La memoria de los olvidados: la persecución de las “deformaciones” culturales en la Albania socialista (1973). Temps d’educació (62) pp. 11-30. Sobre las consideraciones de Hoxha en referencia al arte y la literatura, véase Hoxha E. (1977). Mbi letërsinë dhe artin. Shtëpia Botuese “8 Nëntori”.
45 Entiéndase «extrañas» como extranjeras.
46 Se refiere a la televisión italiana.
47 Hoxha, E. (1983). Obras Escogidas, vol. IV, p. 843. En otras ocasiones arremete contra movimientos culturales como los “hippies”. Véase Hoxha, E. Discours 1971-1973, p. 243.
48 Plasari, N. (1977). El PTA ha seguido siempre una sola línea marxista-leninista. Artículo disponible en http://criticamarxista-leninista.blogspot.com/2012/10/el-pta-ha-seguido-siempre-una-sola.html
49 Tupja, E. (2001). Souvenirs d’un traducteur. L’Harmattan, p. 79.
“Las teorías burguesas y revisionistas jruschovistas, titistas, eurocomunistas, chinas, como pone de manifiesto el camarada Enver Hoxha, son parte integrante del plan estratégico general del imperialismo y del revisionismo moderno, para sofocar la revolución y la lucha de liberación, para perpetuar la dominación de la burguesía y del imperialismo y para destruir el socialismo”.50
Esta posición debe contraponerse a la de autores como Ismaíl Kadaré, que veían en la triple ruptura y el aislacionismo “un museo del mal, la vergüenza del Universo” 51. La propuesta utópica del socialismo albanés fracturaba, pues, la sociedad en dos bloques: los afectos y los desafectos al régimen. En palabras de Shannon Woodcock,
Everyone else in Albania lived mixed together; those with “good biographies” (biografi të mire, referring to an unblemished political record in the eyes of the Party), alongside those with “bad biographies” (biografi të keq), those who were “enemies of the people” (meaning enemies of the proletariat) in the “class war” of socialist ideology.52
4.1. “Estalinista” como insulto
En el discurso de Moscú de 1960 Hoxha realizó una apología de la figura de Stalin, de quien tan solo reconoció errores pequeños y sin importancia. Es una de las primeras ocasiones en que asume el concepto “estalinista” como elogio, y no como insulto:
En Albania, los titistas se encontraron con un hueso duro de roer, o, como dice Tito, “Albania se convirtió en una espina en el pie”, y, naturalmente, el grupo de traidores titistas prosiguió la lucha contra el Partido del Trabajo de Albania creyendo desenmascararnos calificándonos de “stalinistas”.53
La defensa de Stalin será ya constante a partir de ese momento. En su libro de memorias Con Stalin, el líder socialista se deshace en elogios: “Stalin no era un tirano, ni un déspota. Él era un hombre de principios, era justo, modesto y muy cariñoso y considerado hacia el pueblo, los cuadros y con sus compañeros”,54 e incluso no duda en justificar el asesinato de sus opositores, considerados como traidores. En Los jruschovistas, recrea una conversación con el líder soviético. Jruschov ataca a Hoxha, afirmando: “usted es como Stalin, que mataba a la gente”, a lo que responde taxativamente Hoxha: “Stalin mataba a los traidores, y es a ellos que también nosotros matamos”.55
A ese elogio debe sumarse la visión aún más oficial (si cabe), aparecida en la Historia del Partido del Trabajo de Albania, en la que se reivindica, una vez más, la figura de Stalin:
El Partido y el pueblo albanés han alimentado un cariño y una fidelidad ilimitados hacia el primer Estado socialista, nacido de la Revolución de Octubre y creado por
50 AAVV. El revisionismo soviético y la lucha del PTA por su desenmascaramiento, p. 15.
51 Kadaré, I. (2007). La hija de Agamenón. El Sucesor. Alianza Literaria, p. 56.
52 Woodcock, S. (2016). Life is War: Surviving Dictatorship in Communist Albania. HammerOn Press, p. 5.
53 Hoxha, E. Albania frente a los revisionistas, p. 335.
54 Hoxha, E. (2016). Con Stalin: memorias de mis encuentros con Stalin. Templando el acero, p. 25.
55 Hoxha, E. (1984). Los jruschovistas. Casa editora 8 Nëntori, p. 396.
V. I. Lenin y J. Stalin. Este cariño y esta fidelidad siempre han estado cimentados en los principios del marxismo-leninismo. Cuando los revisionistas jruschovistas accedieron a la cabeza del partido comunista y del Estado soviético, el PTA les declaro una intransigente lucha de principios, levantándose en defensa del glorioso camino del Partido Bolchevique y de los pueblos soviéticos, en defensa de J. Stalin y de las enseñanzas de Octubre pisoteadas por los revisionistas, considerando esto como un deber internacionalista.56
5. Nacional-comunismo e internacionalismo
Marco Costa destaca que Albania se convirtió teóricamente en el país más fiel al marxismo-leninismo, y no solo en un país que utilizaba la idea de la “vía nacional hacia el socialismo”, como Corea del Norte o Rumanía.57 La cerrazón albanesa parece superar a la de Corea del Norte. En 1956 Hoxha visitó a Kim Il Sung en Pyongyang, donde fue agasajado, si bien advirtió que “hacía falta mirar buen rato para poder encontrar en algún rincón perdido algún retrato de Lenin”, de manera que la excesiva dependencia del régimen norcoreano hacia China hizo suponer a Hoxha que “la avispa revisionista había comenzado a clavar también allí su aguijón envenenado”.58 Aun así, en el contexto de la ruptura sino-soviética, Corea del Norte se posicionó a favor de China y Albania, y Kim Il Sung llegó a afirmar: “Both of us are defending socialism, you on the western frontier of the socialist camp, and we on the eastern one”.59 Sin embargo, con el paso de los años se impuso un cierto distanciamiento. Así, por ejemplo, en 1984 Kim Il Sung realizó un extenso viaje por la Unión Soviética, Polonia, República Democrática de Alemania, Checoslovaquia, Hungría, Yugoslavia, Bulgaria y Rumanía, pero no visitó Albania.60 Conviene tener presente también la importancia del patriotismo y la liberación nacional en la configuración del discurso enverista. De hecho, mientras los países de la órbita socialista tienden a estrechar lazos entre sí,61 en Tirana se opta por reforzar el patriotismo y los lazos internacionalistas, sobre todo en espacios del Tercer Mundo o con partidos que defendieran la ortodoxia marxista-leninista.
El llamado nacional-comunismo de Hoxha debe entenderse, según nuestra opinión, como una reacción frente al nacionalismo expansivo de la Yugoslavia de Tito y las pugnas históricas con Grecia.62 A medida que el régimen se consolidó, se intensificó más ese discurso patriótico y nacionalista, compatible, según Hoxha, con el objetivo internacionalista.63 En el discurso proclamado con motivo de los 20 años de existencia del régimen socialista albanés, Hoxha exalta el patriotismo. Es interesante destacar los nombres silenciados de la historia albanesa (el rey Zog, el obispo y político Fan Noli, por ejemplo):
56 AAVV. (1971). Historia del Partido del Trabajo de Albania, vol. I. Naim Frashëri, pp. 706-707.
57 Costa, M. Una fortezza ideologica, p. 16. Sobre Corea véase, por ejemplo, Feffer, J. (2004). Corea del Norte. Corea del Sur. RBA.
58 Hoxha, E. Los jruschovistas, p. 250.
59 Mëhilli, E. From Stalin to Mao, p. 203.
60 AAVV. (1984). Eterna amistad fraternal: Visita oficial y amistosa del Gran Líder Camarada Kim Il Sung a la Unión Soviética y otros países socialistas europeos. Ediciones en Lenguas Extranjeras.
61 En la Rumanía de Ceausescu se definía a Tito como “un combatiente firme y decidido por el socialismo”. Ceausescu, N. (1973). Rumanía hacia la construcción de la sociedad socialista multilateralmente desarrollada. Meridiane, p. 340.
62 Meta, B. (2006). Greek-Albanian tension, 1939-1949. Academy of Sciences of Albania, Institute of History.
63 Manca, L. Enver Hoxha e la Cina. Storia dell’eterna amicizia sino-albanese (1961-1978), p. 247.
Jamás se podrá someter a nuestro pueblo, descendiente de los pelasgos y de los ilirios, pueblo de Skanderbeg y Naim Frashëri, de Ismail Qemali y Bajram Curri, Selam Musai y Avni Rustemi, de Halim Xhelo y Ali Këlmendi, de Mujo Ulqinaku y Qemal Stafa, pueblo heroico que resistió a las borrascas y tempestades de los siglos y salió siempre victorioso.64
Para Hoxha, los socialistas mantienen el mismo objetivo patriótico que los albaneses de antaño, a saber: tomar el poder y mantener la independencia y la libertad:
Pour quoi se battaient nos pères, nos ancètres? Pour conquérir la liberté et l’indépendance et pour prendre le pouvoir. Que nous enseigne le marxisme-léninisme? La question de la prise du pouvoir est la question décisive; il faut donc se lancer dans le révolution pour que le peuple prenne le pouvoir.65
Ante la acusación de practicar una política nacionalista, Hoxha responde con un punto de sarcasmo:
Somos nosotros, sin embargo, según el criterio de algunos, los que vemos las cosas “como nacionalistas sectarios”, en tanto que otros, que especulan con los intereses de nuestro pueblo, son “marxistas.66
En cualquier caso, conviene recordar que la historiografía albanesa del momento, incluso en sus obras más logradas, adolece de ese punto de vista patriótico y nacionalista.67 Sin embargo, ese patriotismo no excluyó un notable esfuerzo de tipo internacionalista, que trató de remarcar, una vez más, su validez, apelando sobre todo al rígido seguimiento del marxismo-leninismo albanés. A lo largo de su extenso mandato, Hoxha estableció relaciones con grupos marxista-leninistas de diversos países, entre los que cabe destacar Brasil, Malasia, Colombia, Vietnam,68 Nueva Zelanda, Laos, Argelia y Sri Lanka, además de los lazos con los partidos marxista-leninistas europeos, de repercusión efectiva mucho más minoritaria. En España las tesis albanesas fueron acogidas por el Partido Comunista de España (marxista-leninista), cuya actividad tuvo un cierto eco a lo largo de la Transición española, también a partir de las emisiones de Radio Tirana.69 Tal cuestión ha sido planteada por Marco Costa,70 pero aún no se ha analizado a fondo el esfuerzo realizado por el régimen de Hoxha para exportar sus ideas, además de la ingente dedicación a la traducción a múltiples lenguas de las obras de Hoxha, los principales líderes políticos y diversas obras de propaganda sobre el país.
En cualquier caso, tal política patriótica y a la vez internacionalista nunca fue incompatible con el tradicional aislacionismo enverista en geopolítica internacional. Ante las presiones de ambas superpotencias (Estados Unidos y Unión Soviética) y sus organizaciones (OTAN y Pacto de Varsovia), Hoxha se mantuvo firme, y en 1973 escribía:
64 Hoxha, E. Obras Escogidas, vol. III, p. 762.
65 Hoxha, E. (1977). Discours et articles 1963-1964. 8 Nëntori, p. 173.
66 Hoxha, E. (1977). Discursos 1961-1962. Casa editora 8 Nëntori, p. 261.
67 Pollo, S. y Puto, A. (1974). Historie de l’Albanie, des origines à nous jours. Editions Horvath.
68 Hoxha, E. (1977). Discours, entretiens et articles 1965-1966. 8 Nëntori, p. 353, donde defiende la lucha armada en Vietnam.
69 Baró, X. (2020). La Transición desde la perspectiva marxista-leninista: memoria histórica, la actitud de Elena Ódena y el eco de la Albania socialista. En Les altres protagonistes de la Transició: Mobilitzacions socials i Esquerra radical. Fundació Salvador Seguí/UAB, pp. 345-369. Para el caso francés, conviene tener presente la particular evolución del PCF. Véase Martelli, R.,Vigreux, J. y Wolikow, S. (2020). Le parti rouge: Une histoire du PCF 1920-2020. Armand Colin.
70 Costa, M. Una fortezza ideologica, pp. 23-42.
Nuestra política es resuelta, socialista, marxista-leninista, consecuente. Esta política y nuestras posiciones no son del agrado de la OTAN y del Pacto de Varsovia, sino que son decididamente contrarias a sus objetivos. Cada una de estas dos agrupaciones imperialistas desearía que Albania estuviera de su parte.71
6. El seguimiento del marxismo-leninismo frente a los “desviacionismos”
Frente a cualquier tipo de “desviacionismo” o error, ya fuese externo o interno, el régimen articuló un discurso reiterativo, que a grandes rasgos se puede sintetizar de la siguiente manera: el régimen recibe noticias o indicios del “error” (revisionismo, fraccionalismo, liberalismo, oportunismo, burocratismo, etc.), lo define y contextualiza (titismo, jruschovismo), ofrece, para los casos protagonizados por albaneses, la posibilidad de realizar la “autocrítica” y posterior corrección por parte del PTA e inicia una campaña de desprestigio y de afirmación de los valores del marxismo-leninismo albanés. Si se considera oportuno, el Partido condena (expulsión o penas mayores: cárcel, destierro o incluso pena capital). Esta manera de proceder, con mínimas variaciones, se mantuvo a lo largo de las cuatro décadas del mandato de Hoxha, y contó con la estrecha colaboración de la policía secreta, la Sigurimi.72
Cuando se consolidó la ruptura con la Unión Soviética, Hoxha publicó un extenso artículo argumentativo (Los revisionistas modernos en el camino de la degeneración socialdemócrata y de la fusión con la socialdemocracia, Zëri i popullit, 7 de abril de 1964) en que justificaba la ruptura con los soviéticos, de los que dice que “han creado una “santa alianza con los imperialistas norteamericanos y los reaccionarios de diferentes países, con todas las fuerzas del anticomunismo contra los pueblos y el socialismo”.73 Ante los errores de los “revisionistas” soviéticos, Hoxha recuerda que las diferencias son de tipo ideológico:
Les principales contradictions qui nous opposent aux révisionnistes sont d’ordre idéologique. Et nous n’oublions pas que les dirigeants de PCUS sont des ennemis, qu’ils ont mené et qu’ils mènent contre notre Parti.74
En este contexto debe enmarcarse el encendido discurso de Mehmet Shehu en el que justificó la salida de Albania del Pacto de Varsovia, en el marco de la intervención de este en Checoslovaquia y del auge de la aproximación albanesa a China. Según Shehu,
Saliendo del Tratado de Varsovia, la República Popular de Albania da un paso revolucionario. El Tratado de Varsovia no sirve más al socialismo y a la paz, no sirve más a la causa de la clase obrera y del internacionalismo proletario, ha perdido la base ideológica y de clase sobre la que fue creado; en la actualidad sirve a la burguesía revisionista, sirve a los estrechos intereses chovinistas de gran potencia de los dirigentes revisionistas soviéticos así como a la alianza contrarrevolucionaria norteamericano-soviética por la dominación del mundo; este Tratado se ha convertido en un instrumento de agresión contra los pueblos, al igual que el Pacto
71 Hoxha, E. (1986). Las superpotencias (1959-1984): extractos de un diario político. Casa editora “8 Nëntori”, p. 350.
72 Gabili, E. (2021). La represión política en la Albania socialista: la “Sigurimi” y la represión política y familiar. Revista d’humanitats (5), pp. 64-86.
73 Hoxha, E. Obras Escogidas, vol. III, p. 546.
74 Hoxha, E. (1977). Discours, entretiens et articles 1965-1966. 8 Nëntori, p. 11.
del Atlántico Norte, capitaneado por los Estados Unidos. Saliendo del Tratado de Varsovia, demostramos a todo el mundo que el pueblo albanés no reconoce las zonas de influencia de las grandes potencias imperialistas y revisionistas y no acepta participar en una coalición de agresión.75
Sin embargo, Hoxha nunca menciona, por supuesto, las disputas y pugnas por mantenerse en el poder. Pero sí que refiere, en cambio, el daño que el revisionismo ha hecho al movimiento comunista a nivel mundial: “le révisionnisme moderne a causé un grand tort au mouvement communiste international. Le PTA est resté inébranlable sur les principes marxistes-léninistes du Parti, sur les théories de Marx, Engels, Lénine, Staline ».76
En reiteradas ocasiones se alaba la dignidad del pueblo albanés, que no se ha resignado frente a la presión extranjera:
Nuestro pueblo se ha mantenido siempre inflexible ante los enemigos, ante los obstáculos y dificultades. No ha bajado la cabeza ni ha hincado la rodilla ni ante los ocupantes fascistas, ni ante los asesinos, los agentes subversivos y saboteadores, ni ante los imperialistas con los norteamericanos a la cabeza, ni ante los revisionistas titistas y jruschovistas, ni ante el terror, el hambre, los chantajes y los bloqueos, sino que se ha abierto paso siempre adelante, tal como hará también en el futuro.77
Y así procederá Hoxha en una de sus últimas intervenciones en público, en el discurso de clausura del VII Pleno del Comité Central del PTA (21.09.1983):
Debemos tener siempre en cuenta que la estrategia de los Estados capitalistas, imperialistas, socialimperialistas y revisionistas siempre ha estado en contra de Albania. Tanto más ahora apunta y apuntará contra nuestro país, ya que es el único país en que se construye con fidelidad el socialismo científico, en base a los grandes principios marxista-leninistas.78
Por supuesto, el criterio de Hoxha es idéntico al de sus colaboradores e ideólogos. Antes de su caída en desgracia, Mehmet Shehu utilizaba el mismo discurso combativo que el líder albanés:
Hemos triunfado en el gran complot de Kruschov y de sus lacayos revisionistas modernos, hemos expulsado de Vlora a los socialimperialistas soviéticos que allí tenían una base naval, hemos aplastado y derrotado a los desviacionistas y a los saboteadores interiores, que han estado en toda ocasión al servicio de los enemigos exteriores, etc. De todas estas batallas hemos salido siempre victoriosos, gracias a la justa vía marxista-leninista de nuestro Partido.79
75 Shehu, M. La actitud de la República Popular de Albania hacia el tratado de Varsovia. Discurso pronunciado en la 6 sesión de la Asamblea Popular de la República Popular de Albania, 12 septiembre de 1968. s.e, s.f., p. 36.
76 Hoxha, E. Discours 1971-1973, p. 112.
77 Hoxha, E. Obras Escogidas, vol. III, p. 763.
78 Hoxha, E. Obras Escogidas, vol. VI, p. 737.
79 Shehu, M. (1978). La Albania socialista no se apartará jamás de sus posiciones revolucionarias. Discurso en Vlora, 29 de noviembre de 1977. En AAVV. Contra la nefasta teoría de los tres mundos. Tres escritos del Partido del Trabajo de Albania (PTA), Vanguardia Obrera, p. 52.
Y en términos similares se expresará Adil Çarçani (1922-1997), destacando que las críticas al aislacionismo albanés carecen de fundamento puesto que, según él, la Albania socialista solamente fija cómo deben ser las relaciones con el exterior:
Hoy, Albania socialista, que construye el socialismo apoyándose únicamente en sus propias fuerzas, comercia con más de 50 estados en diversas zonas del mundo. El Consejo de Ministros tomará medidas para que también en el futuro nuestras relaciones comerciales se desarrollen en interés del socialismo y sobre la base del beneficio mutuo. Esta política correcta y los resultados obtenidos por ella refutan las calumnias de los enemigos de nuestro país que nos acusan de estar aislados y solos. Nuestros enemigos pueden hablar lo que quieran y decir que estamos aislados y solos. Albania socialista no está aislada ni jamás podrá estarlo. Asimismo, nunca estará “abierta” al desarrollo de las relaciones comerciales tal y como desean y conciben esto los burgueses y revisionistas. Nuestras relaciones comerciales con cada país no han significado y no significaran ni “aperturas” ni “cierres”. Son intercambios normales que se realizan sobre la base del beneficio mutuo y del principio de toma y daca, sin recibir jamás ni de parte de nadie crédito ni ayuda algunos.80
Por su parte, Agim Popa recuerda cómo el seguimiento de los postulados marxista-leninistas, liderado por Hoxha, ha permitido desenmascarar los diversos errores, entre los que se encuentran el burocratismo y el liberalismo, “los dos enemigos peligrosos de la dictadura del proletariado y el socialismo”.81 En términos similares se expresa Zija Xholi en una fecha tan tardía como 1984, un año antes de la muerte de Hoxha:
La dictadura del proletariado y la democracia socialista se ven amenazados desde dentro por dos peligrosos enemigos: el burocratismo y el liberalismo. Como ha demostrado la experiencia negativa de la Unión Soviética y de los países ex socialistas, el burocratismo y el liberalismo no sólo impiden la plasmación de la línea de masas en el ejercicio del poder y del gobierno del país, sino que además son en sí mismos semilla de degeneración y del peligro de restauración del capitalismo.82
7. Conclusiones
El régimen socialista albanés constituye un caso especialmente interesante para estudiar cómo se legitimó en el poder y cómo argumentó su adhesión al marxismo-leninismo. Por una parte, el régimen se mantuvo bajo la protección de potencias extranjeras hasta 1978, si bien se produjeron tres rupturas (Yugoslavia, Unión Soviética, China), que se justificaron apelando al “desviacionismo” ideológico llevado a cabo por tales potencias. Por otra parte, para salvaguardar la legitimidad del régimen, este se fundamentó en el poder retórico de su líder, Enver Hoxha, que fue exaltado a la categoría de clásico, al mismo nivel que Marx, Engels, Lenin y Stalin. So
80 Çarçani, A. (1982). Albania socialista permanecerá siempre fiel a la gran causa del socialismo y la revolución. Discurso de presentación del programa y la composición del Consejo de Ministros ante la VIII Sesión de la IX Legislatura de la Asamblea Popular, 15 de enero del 1982, Casa Editora “8 Nëntori”, p. 12.
81 Popa, A. (1978). El Camarada Enver Hoxha sobre la Dictadura del Proletariado. Albania Today (5). Artículo disponible en http://docplayer.es/75811140-El-camarada-enver-hoxha-sobre-la-dictadura-del-proletariado.html
82 Xholi, Z. (1984). La RPS de Albania: Estado de Dictadura del Proletariado. Artículo disponible en https://www.marxists.org/espanol/xholi/1984/rpsa-dictaprol.htm
bre el caso de Stalin, a medida en que la mayoría de países socialistas cuestionaron su política, Albania se mantuvo fiel al legado estalinista.
Para justificar tal posición, el régimen empleó a menudo la metáfora del mito de la fortaleza inexpugnable del marxismo-leninismo, apelando al pasado histórico bajomedieval (Skanderbeg) y al coraje del pueblo albanés. Se fomentó el llamado nacional-comunismo, en el que el patriotismo albanés fue exaltado frente a los países vecinos (sobre todo Yugoslavia y Grecia), si bien no se escatimaron críticas al resto de países de la órbita socialista. En cualquier caso, cuando el régimen optó por la ruptura, se inició un período de purgas, en el que los acusados fueron tildados de revisionistas y traidores. Estas purgas se mantuvieron a lo largo de todo el mandato de Hoxha, resultando especialmente llamativo el “suicidio” de Mehmet Shehu, antiguo brigadista en la Guerra Civil Española, y a la sazón ministro de interior. Sea como fuere, estos acontecimientos ponen de relieve que, tras el trasfondo ideológico, se hallaba también, y sobre todo, la pugna por el poder.
En cualquier caso, y a modo de síntesis, resulta interesante la reciente reflexión del escritor Ridvan Dibra sobre la gestión del poder (y su retórica) en tiempos de Hoxha:
“Enver se elevaba por encima de nosotros y lo decidía todo. Sabía muy bien lo que hacía y deformó conscientemente el comunismo para crear un sistema propio. Se amaba a sí mismo al tiempo que amaba a Albania como un paranoico y la consideraba su propiedad. El régimen exigía pasividad y uniformidad, y como era implacable, no encontró resistencia alguna”.83
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Referencias
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Fecha de recepción: 02/04/2022
Fecha de aceptación: 29/10/2022
ISSN: 1889-1152. DOI: 10.1344/segleXX2022.15.8
Xavier Baró, profesor Adjunto Humanidades, Facultad de Humanidades. Universitat Internacional de Catalunya. Algunas de sus publicaciones más recientes son: Baró i Queralt, Xavier et.al. (2022), “Las Leyes Históricas de Catalunya”. Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. Madrid, España; junto con Prodani, A., (30/06/2016), “Nieremberg: Aforismos y fragmentos sobre la naturaleza humana = Aforizma dhe fragmente mbi natyrën njerëzore”. EDFA. Tirana. 978-9928-4310-1-1; Baró i Queralt, Xavier; et al., (2016), “Torras i Bages: home de l’eternitat: 1846-1916”. Bisbat de Vic. Vic. 978-84-944190-0-3.
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