El acuerdo entre Noruega y Colombia para proteger los bosques tropicales y reducir el calentamiento global: ¿éxito o fracaso?

Autores/as

  • Ragnhild Sollund Universidad de Oslo
  • Angela Maldonado Fundación Entropía
  • Claudia Brieva Rico Universidad Nacional de Colombia

Resumen

El gobierno noruego firmó un acuerdo con Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia, para otorgarle a este país USD $48 millones anuales para reducir la deforestación. Este acuerdo forma parte de un esfuerzo mayor de Noruega para apoyar a los países del sur que busca detener el cambio climático, a través de la Iniciativa Internacional de Clima y Bosques de Noruega (NICFI, por sus siglas en inglés: Norwegian International Climate and Forest Initiative) instituida después del Acuerdo de París en 2015. La manera en que se han implementado los esfuerzos para reducir la deforestación ha sido recibida con críticas. Por ejemplo, Colombia ratificó el Acuerdo de París para llegar a deforestación neta cero en 2020. No obstante, en 2016 la deforestación en la selva amazónica aumentó en un 44%. Mientras Noruega, a través de esta inversión en el bosque, parece ser un país preocupado por el clima, también continúa realizando extracción de petróleo. Noruega, por lo tanto, exhibe estándares dobles ya que apunta a mantener su posición como un importante productor de extracción de petróleo y gas en alta mar, al tiempo que impulsa el problema del cambio climático a los países del sur. De esta manera, Noruega parece cumplir con los requisitos del Acuerdo de París para la reducción de las emisiones de CO2. Este artículo examina los éxitos y fracasos de los esfuerzos noruegos de protección de los bosques tropicales en el caso de Colombia, evaluando la gobernanza de las políticas de deforestación desde la perspectiva de la criminología verde del sur, e incorporando una crítica a los medios neocolonialistas de protección ambiental establecidos por el norte.

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Publicado

2019-05-01