Sobre la formación del profesorado de Geografia en Bachillerato
Abstract
Han transcurrido no pocos años desde que me disponía a comenzar el quehacer profesional como profesor de Geografia
en ((Gaztelueta)), colegio que se inauguraba en Las Arenas (Vizcaya). En ese centro se concibió, desde un principio, esta enseñanza como materia separada de la Historia: con profesorado distinto y horarios independientes.
Pero antes de emprender esa labor me dediqué, durante varios meses, a una preparación del material pedagógico. Con este fin conseguí cuantos trabajos se podían hallar sobre metodología de nuestra disciplina, tanto españoles como extranjeros. Se trataba, ante todo, de seguir las huellas de esa tradición didáctica de la Geografía española en la que figuran nombres como Beltrán y Rózpide, Pedreira Taibo, allester y Castell, Santaló Parvorell, Doporto Marchori, Chico y Rello, Reverte Salinas, el mismo Dantin Cereceda, y otros más. Pensé enseguida que continuarla era un deber, y que ello haría un camino. De ahí que, a lo largo de los años, me afanara por recoger sus frutos y experiencias.
Fue entonces cuando en la biblioteca del Laboratorio de Geomorfología de la Facultad e Ciencias de Barcelona, con sede en el pequeño pabellón contiguo a la calle de Anbau, di con un breve trabajo publicado el iio 1934. Su titulo: Atlas escolars i lectures cartografiques. El autor era Luis Solé Sabans, en aquella fecha catedrático de Ciencias Naturales, incorporado como profesor de Geografía al Instituto Escuela barcelonés.
Su lectura me resultó reveladora: «Si al enseñar Geografía debemos huir de la rigidez memorística, de las estadísticas enojosas y de las descripciones inorgánicas propias de una Geografía arcaica, hay que escoger instrumentos de trabajo que reduzcan a límites adecuados la explicación del profesor y la sustituyan, en parte, por el trabajo de investigación del alumno. Estos instrumentos de trabajo pueden ser de muy diversa naturaleza, pero no cabe duda que el instrumento geográfico por excelencia es el mapa en cualquiera de sus aspectos ... Sin embargo, el uso de la carta geográfica no se ha de limitar a la localización de los fenómenos ... sino que debe servir precisamente para obtener la interpretación de estos hechos ... Con una cierta preparación inicial, y mediante el diálogo socrático hábilmente dirigido por el profesor, puede llegarse a extraer de la carta geográfica de un país totalmente desconocido las principales características fisiográficas y humanas.. . »
En párrafos como los transcritos percibí el latido de una experiencia viva, y de tina admirable vocación por la enseñanza geográfica. Puedo afirmar que esos criterios del Dr. Solé, formulados en 1934, constituyeron siempre referencia clara y segura en medio de una ilusionada actividad docente que habían de prolongarse muchos años.