Con otra mirada

Autores

  • María Celeste Garrido Meira Artista e Docente

DOI:

https://doi.org/10.1344/abriu2022.11.13

Palavras-chave:

Land Art, escultura contemporánea, mujer artista, arte orgánico

Resumo

Hacia los años 60-70, el concepto de escultura sufre importantes transformaciones que alteran la relación tradicional artista-obra-espectador. Surge el Land Art y con él una nueva visión acerca del espacio, del paisaje y de la naturaleza. El paisaje se convierte en una construcción cultural que responde a una serie de sensaciones y sentimientos elaborados a partir del “lugar” y la obra exige de quien la mira, una participación activa mental y físicamente, puesto que demandará ser recorrida por el espectador.
Varias de las intervenciones realizadas a principios de mi trayectoria artística, consistían en dibujar a gran escala formas geométricas que evocaban estructuras urbanas, integradas en el espacio natural mediante la utilización de materiales propios del lugar (como la construcción a gran escala de un suelo similar a un damero elaborado con hierba y tierra) y que nos hacían reflexionar acerca del “poder” de la acción humana en la naturaleza. Como contrapartida realizo una segunda serie de intervenciones que integran materiales procedentes de la naturaleza, como arena, tierra o hierba en el interior de espacios urbanos, provocando una percepción, un sentimiento y una pulsión que nos invita a conectarnos con nuestra propia esencia, como parte de lo natural. Nace así un interés específico hacia lo sensorial con planteamientos que invitan a todos los sentidos a participar sin jerarquías de la experiencia perceptiva. 
Aunque los órganos sensoriales sean universales, cada cultura tiene su propio sistema de valores sobre lo placentero o lo desagradable, la percepción sensorial es por tanto sociológica. Lo que es incuestionable es que a veces cerrando los ojos logramos ``ver´´ con más claridad, porque abrimos paso a los sabores, a los tactos o a los olores, generando emociones que penetran en capas más profundas y simbólicas de nuestro ser conduciéndonos al placer o al dolor de manera irracional.
Experimentando con elementos procedentes de la naturaleza (lana, plumas, seda…), surgen una serie de obras que aluden a la fragilidad de las relaciones interpersonales, supliendo las ausencias y los vacíos con objetos que evocan refugios, vientres maternos, columpios… A través de ellos, se va gestando un proyecto personal cada vez más enfocado hacia las relaciones de pareja y los espacios de dependencia y desigualdad que en ocasiones se generan en torno a éstas. El Arte supone para muchas mujeres-artistas una búsqueda de identidad, un encuentro consigo mismas a través de su proyecto artístico, desvelando nuevos puntos de vista jamás concebidos en el contexto de un arte patriarcal y que contribuyen a mudar absolutamente todos los parámetros de lo que hasta hace muy poco se consideraba Arte, con un profundo cambio en lo conceptual pero también en lo formal, lo que en el caso de la escultura, ha hecho posible la inclusión de elementos de uso doméstico (telas, miel, gelatina…) o incluso procedentes del cuerpo humano (cabello, sangre, piel…) como material escultórico y en torno a ellos confluye parte de mi trabajo actual, precisamente porque el carácter efímero y procesual de las obras me permite relacionarlas con la propia vida, con la muerte, como si se tratase de una secuencia decadente en la que la belleza deja paso al deterioro, invitándonos a reflexionar sobre nuestra obsesión actual por la automejora (vestido de hilo blanco que levita sobre un círculo de gelatina de fresa). Reclamo del espectador esa participación activa que conlleva todo el cuerpo y desde luego, no pretendo que dejemos de mirar, sino que incito a un mestizaje de sentidos que nos permita aprender a ver con otra mirada.

Publicado

2022-10-26

Como Citar

Garrido Meira, M. C. (2022). Con otra mirada. Abriu: Estudos De Textualidade Do Brasil, Galicia E Portugal, (11). https://doi.org/10.1344/abriu2022.11.13

Edição

Seção

ESPAÇO ABERTO