Desde vistas densamente llenas hasta la ciudad vacía de Piazzas. Imágenes que interpretan los dinamismos oscilantes de la realidad urbana

Resumen

Las ciudades han inspirado a los creadores de obras de arte desde hace mucho tiempo, primero como motivos meramente secundarios, adicionales para indicar el entorno „urbano” de la escena principal, y luego como temas por derecho propio. Esas imágenes podrían representar ciudades imaginarias y reales, del pasado y del futuro, incluidas ubicaciones mitológicas y bíblicas, documentando tierras lejanas y fantaseando con la aparición de ciudades utópicas. En algunos de estos aspectos, la historia de las representaciones de la ciudad comparte similitudes significativas con la historia de las representaciones de paisajes.

En el presente artículo, sin embargo, pretendo centrarme en un detalle curioso y particular de esta tradición pictórica. Siguiendo e investigando más a fondo una breve reflexión de Michel Makarius de su libro de 2004 sobre „Ruinas”, me gustaría comparar la visualidad y los efectos estéticos de paisajes urbanos densos y vacíos, de los cuales dos ejemplos clásicos podrían ser los caprichos - vistas imaginarias de ciudades completamente llenas de elementos estéticamente agradables, incluidos magníficos restos del patrimonio antiguo- y representaciones de ciudades en las que el vacío se destaca hasta tal punto que el observador tiende a suponer que el tema real de la imagen no es la ciudad, sus edificios, formas y componentes físicos, sino exactamente este „vacío”.
Sin embargo, estos „extremos” de la amplia gama de paisajes urbanos, es decir, los densamente poblados y los extremadamente despoblados, no son meramente subgéneros históricos de siglos pasados. Estas tipologías han sobrevivido hasta nuestros días, en varias versiones y con diversos acentos; es más, parecen ser más relevantes que nunca para comprender no solo la naturaleza de estas representaciones artísticas y sus referencias estéticas, sino también para aprender más de nuestra propia realidad contemporánea. Basta pensar en las numerosas formas en que los artistas abordan los complicados problemas y desafíos de la vida urbana actual, sea con las referencias clásicas y el vocabulario visual en mente, ya sea creando inconscientemente paralelos ocasionales o usándolos como precursores explícitos de sus propias obras.

La densidad de las megápolis globales está representada de formas artísticamente novedosas, a menudo con connotaciones socialmente críticas, mientras que las imágenes de ciudades vacías, no hace mucho tiempo, por ejemplo, durante las recientes pandemias y cierres, están resultando nuevamente en obras estéticamente inspiradoras y perspicaces que nos incentivan a reflexionar sobre los dinamismos oscilantes de nuestras actuales realidades urbanas. Por lo tanto, es particularmente beneficioso observar tales representaciones de nuestras ciudades y, por lo tanto, aumentar nuestra conciencia de los múltiples problemas globales que a menudo se manifiestan con mucha fuerza en la vida cotidiana en las grandes metrópolis. Las obras de arte que tematizan las formas extremas de la vida urbana pueden convertirse en formas muy eficientes de recordarnos constantemente nuestros deberes de cuidar nuestras ciudades y nuestra vida.