Barcelona, los movimientos sociales y la transición: hegemonía gramsciana, referente español y ruptura catalana

Resumen

El movimiento cívico forjado en los barrios durante la dictadura de Franco en España, en los años sesenta fue dirigido por militantes de la oposición (básicamente comunistas y activistas cristianos de base). Su estructura en Cataluña fue una serie de comisiones de barrio y asociaciones de vecinos. A partir de 1972, se organizó en Barcelona alrededor de una federación legal (FAVB), que inicialmente era de clase media y en gran parte vinculada al establishment franquista local. Sin embargo, fue tomada rápidamente por la izquierda urbana y catalanista y se convirtió en un elemento clave de la lucha contra el franquismo y por la democracia. Este movimiento popular consiguió numerosas victorias en Barcelona en cuanto a cuestiones urbanas, sociales y culturales. Los cambios internos en la FAVB y su difícil relación con la autoridad local, pero sobre todo la designación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de 1992, impuso un cambio de escala y del modelo urbano de la ciudad. Esto marcó el final de esta hegemonía cultural y de una idea de ciudad democrática socializante que, no obstante, mantiene su influencia sobre el final del consenso urbano forjado durante la transición.